miércoles, 14 de octubre de 2009
domingo, 26 de julio de 2009
Inspiración...
lunes, 15 de junio de 2009
Luna!!!




El lado oscuro de la luna es mi hogar,
maldicion que me acoje,me acuna y me envenena...
secretos de un cielo eterno que se cae a cachos,
piezas sueltas que se desenredan en mi piel,
un destino hecho con tinieblas enamoradas,
un camino como laberinto en otro mundo perdido...
Soy aquello que no entiendo,no comprendo mis pasos,
las huellas se deshacen poco a poco,con el mar,
en la nieve,con su pálida luz de fuego...
No comprendo mi interior,no entiendo mi razón,
mi corazón carece de cordura y de emoción...
El sol parece gris,y el cielo negro,
las estrellas se despiden y en el suelo mueren,
como angeles que de tristeza perecen,
y sus lágrimas son mis penas...
Romance de la luna, luna
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
-Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, como canta en el árbol!
por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
Federico García Lorca
viernes, 29 de mayo de 2009
Luna Azul

Luna azul, suave luz
¿Dónde estás? no sé
Tu calor sigue en mí
Lleno de tu escencia
Amándome
En medio de este amor
Está tu ausencia
Mas nada puede hacer
Que yo te pierda
Así es la libertad
Cuando se siente así
Otra vez tu sabor
Vuelve a mí
Estás aquí
Amándome
Y creo que este amor
Jamás se aleja
Aunque no pueda ser
Que estemos cerca
Así es el corazón
Cuando se eleva
Con alas de pasión
Dejándonos volar, volar
Nunca nos vamos a dejar de amar
jamás, jamás, jamás
Y creo que este amor
Jamás se aleja, aunque
No pueda ser que estemos cerca
Así es el corazón cuando se eleva
Y siempre, siempre tú serás
Mi único amor
martes, 26 de mayo de 2009
Luna...



La luna
Por Jaime Sabines
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas
viernes, 8 de mayo de 2009
El juego de las escondidas
Cuentan que una vez se reunieron, en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan ocurrente, les propuso. "¿Vamos a jugar a las escondidas?. La INTRIGA levantó las cejas y la CURIOSIDAD, ya sin poder contenerse, preguntó: ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?.
Es un juego, explicó la LOCURA. Yo me tapo la cara y empiezo a contar desde uno hasta un millón. Mientras, ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, al primero de ustedes que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.
El ENTUSIASMO bailó seguido por la EUFORIA. La ALEGRIA dio tantos saltos que terminó convenciendo a la DUDA e incluso a la APATIA, a la que nunca le interesaba nada.
Pero, no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse: ¿Para qué?. Si al final siempre la descubrían; y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto ( en el fondo lo que le molestaba era que la idea no había sido suya) y la COBARDIA prefirió no arriesgarse.
Uno, dos, tres, .. comenzó a contar la LOCURA.
La primera en esconderse fue la PEREZA que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra en el camino. La FE subió al cielo y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos.
¿Un lago cristalino?: ideal para la BELLEZA. ¿La hendija de un árbol?: Perfecto para la TIMIDEZ. ¿El vuelo de una mariposa?: lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD
¿Una ráfaga de viento?: magnifico para la LIBERTAD. Así terminó por esconderse en un rayito de Sol.
El EGOISMO, en cambio, encontró un lugar muy bueno desde el principio: ventilado, cómodo... sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira en realidad se escondió detrás del Arco Iris) y la PASION y el DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO...se me olvidó donde se escondió..., pero, eso no es lo importante.
Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todos se encontraban ocupados, hasta que divisó un rosal.
Un millón, terminó de contar la LOCURA y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra. Después se escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre teología y a la PASION y al DESEO los sintió vibrar en los volcanes. En un DESCUIDO encontró a la ENVIDIA y, claro, así pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOISMO no tuvo ni que buscarlo. El, solito, salió de su escondite que resultó ser un nido de avispas. De tanto caminar, sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA. Y con la DUDA, resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir de que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos. Al TALENTO, entre la hierba fresca. A la ANGUSTIA, en una cueva oscura. A la MENTIRA, detrás del Arco Iris (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta al OLVIDO, que ya se había olvidado que jugaba a las escondidas.
Sólo el AMOR no aparecía por ningún lado.
La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyito del planeta, en las cimas de las montañas y cuando, estaba por darse por vencida, vio las rosas. Con una horquilla empezó a mover las ramas y entonces escucho un grito de dolor. Las espinas habían herido los ojos del AMOR.
La LOCURA no sabía que hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón y prometió ser para siempre su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la Tierra, el AMOR es ciego y la LOCURA siempre lo acompaña.
