La luna
Por Jaime Sabines
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas
2 comentarios:
Mira que hermoso regalo nos acabas de dar con Sabines. La Luna remedio de todos. Como la panacea universal de los males y los finales humanos, tragicos y pasivos.
Hace algun tiempo, vivia en la parte de atras de mi casa (es como una especie de vecindad familiar... como del infonavit, pero rayando a las de interes social, jaja) En mi cuarto habian unos ventanales enormes que dejaban ver el nublado cielo en otoño, o el cielo azul y desnudo del verano. Y cuando se daba, solo en tiempos en que venia con anticipacion el calendario, me quedaba en mi cama por las noches contemplando la claridad de la luna... Una noche de lluvia y luna... Una noche de luna menguante y luz fuerte, noches de luna llena y lunaticos aullando dando gracias a ella.
La extraño. Ahora vivo en un cuartucho donde en mi cuarto caresco de las ventanas al exterior... bueno, solo a las de la calle y las unicas luces que me llegan son las de las farolas electricas...
Salu2
Lo siento de nuevo, es que acabo de abrir un blog personal, y quise dejarte la direccion para que te vuelvas seguidora o algo, aqui te lo dejo: http://minorusite.blogspot.com/
Un saludo.
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